Producción ecológica de alta categoría.

La tierra lanzaroteña suele ser generosa en cuanto recibe algo de agua y se sabe cuidar con relativo mimo. Sabedores de ello, los empresarios Alexis Betancort y José Martínez apostaron en 2018 por hacer real un proyecto orientado a cultivar productos hortofrutícolas ecológicos con los que surtir a negocios de restauración y tiendas especializadas. Más en concreto, fue en diciembre cuando Finca Machinda cobró vida efectiva, con siete espacios de cultivo en diversos puntos de la isla, con dos expertos encargados de las labores cotidianas diarias, caso de Julián Viera y Santi de León, quienes además se encargan del reparto de los pedidos que reciben.

Hay zonas de producción en El Peñón, Mácher, La Costa (entre Soo y La Santa), El Jable y Tao. Es precisamente en esta última localidad donde opera el escaparate principal de Finca Machinda, toda vez que el mismo hay referencias de todo el género que la firma cultiva y ofrece, siempre con la impronta de hacer honores a la sostenibilidad y el consumo responsable. Además, en este punto central en Tao hay zonas específicas para producir compost y almacenar estiércol de ganado insular, elementos imprescindibles para lograr que toda la producción sea ecológica, regada en exclusiva con agua de lluvia o con el sistema de aspersión conectado a la red general, a la espera de que pueda estrenarse el riego por goteo. Por supuesto, absolutamente nada de líquido procedente de la depuración.

Por de pronto, a diario ya disfrutan de la producción de Finca Machinda los clientes de La Isla y el Mar Hotel Boutique, en Puerto del Carmen, con su restaurante Kentia como bandera; así como Magma Innovation Hub, en Arrecife. Además, también ofrecen frutas y verduras ecológicas, con opción de también contar con vino hecho con uvas propias (malvasía y moscatel), el restaurante Bistro del Charco de San Ginés; y la frutería Los Molinos de Costa Teguise. Se trabaja para en breve ampliar la cartera de clientes. Y ello al margen de que el espacio principal de Tao está abierto a rutas guiadas, con la particularidad de que se ha previsto habilitar un espacio para que los visitantes puedan adquirir en el propio lugar cualquier producto de temporada. Por ejemplo, los de recolección personal. En este plano, se está valorando que algunos escolares acceden al lugar una vez iniciado el curso 2019-2020.

Planes de futuro, por ende, muchos y buenos, pero con la conciencia de que ante todo toca seguir avanzado en el día a día, como única receta para ir consolidando e ir creciendo con fundamento. Y aquí está resultado crucial la sapiencia de Julián Viera, agricultor de 57 años con más de cuatro décadas de experiencia. Se le nota que disfruta con su trabajo mientras muestra batatas, papas, lechugas y calabacines recién recolectados y aclara que «los tomates de costa suelen tener siempre más sabor», mientras te acerca a una caja con varios de ellos que huelen a cosa rica a gran distancia.

Asiente cuando habla Julián el joven Santi de León, técnico agrícola formado en Teguise que se ve cuenta con capacitación más que sobrada para dedicarse durante un largo periodo a la agricultura ecológica del mejor nivel. Con apenas 21 años, verle trabajar sobre el terreno sirve para tener claro que tiene todo el potencial necesario para sacar el máximo partido del modelo agrario tradicional de Lanzarote, marcado por la dureza de la dureza del clima, con mucho viento y agua escasa; y por las condiciones volcánicas de la isla.

Fuente: José Ramón Sánchez López, 13 de Junio de 2019. Artículo de prensa en Canarias7: 'Producción ecológica de alta categoría'

https://www.canarias7.es/canarias/lanzarote/produccion-ecologica-de-alta-categoria-HN7438238

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